En el siglo XIX, cuando muchos palmeros se fueron a Cuba para trabajar como vegeros, es decir como trabajadores en las plantaciones de tabaco, para poder mantener a sus familias en la cada vez más pobre isla Bonita. Pero lo que se trajeron al volver resultó ser mucho más valioso que el sueldo ganado en el exilio de las plantaciones: las mejores semillas de tabaco del mundo, el método de cultivo de la planta sensible, el arte de la composición perfecta y mezcla de las hojas; y el manejo virtuoso del cuchillo en forma de media luna, la chaveta, con la que se corta la capa del puro.
SABÍAS QUE
DID YOU KNOW
En el siglo XIX, muchos palmeros se fueron a Cuba y a su vuelta trajeron las mejores semillas de tabaco del mundo, el conocimiento para su explotación y torcedura.
Con el retorno de los emigrantes, que se conmemora todos los años en el día de Los Indianos, se fundaron en La Palma más y más manufacturas de tabaco -chinchales-.